Cuando uno es niño su temor es la oscuridad, cada vez que una madre lleva a su hijo a su cuarto para que duerma, uno piensa o espera que no apague el único foco de tu cuarto y para tu mala suerte tu mami lo apaga y te dice que descanses hijo mío. Ahora cuando la apaga y se va de tu cuarto uno comienza a ver sombras por todo el cuarto, y tu cierras los ojos duros y te tapas con tu sabana de pie a cabeza.
Cuando uno piensa que ya se han ido esas sombras extrañas y esos ruidos feos te sacas la sabana de tu cara y comienzas a cerrar los ojos para poder dormir tranquilo y para tu mala racha comienza a llover esa noche y más oscuro se hace tu cuarto y comienza peor los sonidos, porque el árbol que queda justo afuera de tu cuarto las ramas comienzan a tocar el vidrio de tu ventana o las mismas ramas hacen figuras feas en la oscuridad y tu ya quieres gritar pidiendo ayuda a tu mamá pero te las aguantas un poquito más, porque tú dices en tu mente ya me dormiré, pero eso es falso porque te da mucha más intriga de que si esas figuras que se crean en la oscuridad son reales, hasta cuando ya no aguantas y pegas el grito a tu mami. Ella con gran susto llega a tu cuarto y te encuentra llorando, temblando y te pregunta que te sucede hijo mío, y tú le dice la oscuridad mami. Bueno en eso las madres son experta porque te entiende y e dice hijo mío hoy dormirás conmigo. Como digo yo solo por hoy estas salvado.
Cuando uno es niños tenemos ese temor y que tire la primera piedra el que nunca ha tenido esa sensación.
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